Nueve (Capitulo 2)

Pasillas prende su televisor, y se da cuenta que todos los noticieros de las nueve están anunciando lo mismo, mientras cambia de canal alcanza a escuchar cosas verdaderamente descabelladas. “… ¿será la alineación de los planetas?...” “… ningún reloj se ha movido ni un segundo…” “…ah llegado el fin del tiempo…” “… es el fin del mundo, el Apocalipsis ha llegado, arrepiéntanse ahora…”

Confundido, decide ir a lavarse la cara, y al darse cuenta que el agua no corría, decide salir de la casa a la llave que esta afuera para notificar que no le hallan cortado este servicio. Antes de abrir esa llave, se le acerca la vecina un poco alterada, “José, José, no vas a creer lo que esta pasando en el parque, el agua de la fuente esta inmóvil, ¡inclusive se puede caminar sobre ella! ¡Mis niños están corriendo sobre el agua José!”. José Pasillas se apresura al parque, que no quedaba a más de dos cuadras, para comprobar lo que su vecina le estaba diciendo.

Al llegar al parque, notifica la presencia de todas las personas de la colonia alrededor de dicha fuente, sorprendidos por el repentino cambio en las propiedades del líquido vital. Era casi imposible ignorar el murmullo que se concentraba en ese lugar, “el agua esta igual en todas partes…” “…es el fin del mundo, ¡es el fin del mundo!”
Cerca de la fuente, Pasillas notó a dos hombres vestidos con bata, que aparentemente trabajaban en la industria de productos químicos a unos cuantos kilómetros de ahí, se acerco lo suficiente como para escuchar una importante platica.

“Es muy extraño, pasó lo mismo con todas las substancias del laboratorio, y no es que hallan cambiado sus propiedades porque al juntar dos compuestos siguen reaccionando de la misma manera” mencionada un científico, cuando el otro respondía “es como si todos los líquidos se encontrarán en un estado de suspensión…”.De pronto, un sujeto de la multitud alrededor de la fuente, al darse cuenta de la presencia de los científicos, afirma que ellos tienen la respuesta a lo que está pasando, y todas las personas se acercan a ellos exigiendo respuestas; los científicos al no saber que hacer, corren desesperados hasta su camioneta y tratan de escapar, logran subir a ella pero un montón de gente descontrolada y asustada se pone en su camino, evitando que escapen.

José Pasillas decide regresar a casa lo antes posible.